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El pH del suelo es una medida de su acidez o de su alcalinidad, e influye en los tipos de plantas que se pueden cultivar. Se mide en una escala del 1 al 14: el suelo neutro tiene un pH igual a 7, una cifra inferior indica acidez y un pH superior indica que el suelo es alcalino. Se puede hacer una medición precisa con una prueba: el Kit para medir el pH, una cuestión que abordáramos a continuación. Aunque muchas plantas toleran una alta gama de pH, algunas están adaptadas a un tipo de suelo en particular. Los rodondedros, azaleas y brezos, por ejemplo, necesitan un suelo ácido, mientras que las lilas (Syringa) y la retama de Marruecos (Cytisus) crecen mejor en suelo alcalino. Análisis del suelo Una manera fácil de averiguar qué tipo de suelo tenemos es tomar una muestra y amasarla entre los dedos para sentir la textura: con los suelos con mucha agua, se puede amasar una bola. También es fácil medir el pH. Suelo arenoso y de limo Los suelos muy arenosos son ásperos al tacto, por el contrario, aquellos que son de limo son sedosos. Los dos se desmenuzan al hacer una bola. Los…
Antes de empezar a planificar y a plantar, es importante saber lo máximo posible sobre las condiciones predominantes en el jardín. Hay que fijarse en el entorno y en el clima locales, en la topografía y en las condiciones del suelo, porque estos factores determinarán la elección de las plantas. La orientación influye en la distribución del sol y sombra, y cada tipo de suelo contiene distintas cantidades de humedad y nutrientes. Orientación y exposición Determinar la proporción de sol y sombra en el jardín es fundamental para hacer una selección adecuada de las plantas. Algunas plantas prefieren mucho sol, mientras que otras necesitan sombra para prosperar. Se puede usar una brújula para averiguar la orientación de cada zona. Las que dan al sur tendrán sol casi todo el día y las que dan al norte tendrían más sombra. Las zonas orientadas al este tienen sol por la mañana y sombra por la tarde; y las orientadas al oeste, al revés. Los patrones de sol y sombra cambian a lo largo del día, y un jardín que esté a pleno sol a mediodía puede tener zonas de sombra por la mañana y por la tarde. Por esta razón, conviene…
La elección de los colores es cuestión de gusto personal, pero hay teorías sobre la mezcla y el contraste de colores que ayudan a crear combinaciones agradables. Recuerda que la luz y la sombra afecta a los colores: unos saltan a la vista y otros quedan en un segundo plano, e influyen en la atmósfera y el estado de ánimo; debe elegirse cuidadosamente para crear el ambiente deseado. Efectos de luz y sombra La manera en que percibimos el color depende de la cantidad de luz que recibe. En los arriates soleados, los colores parecen más intensos y brillantes, mientras que las zonas a la sombra realzan los colores más sutiles y el blanco. Así pues, los colores de las zonas planas pueden cambiar según su situación, la cantidad de sombra que cae sobre ellas y la hora del día. Por ejemplo, los colores claros que producen bellos efectos por la mañana o al atardecer pueden quedar descoloridos bajo el fuerte sol de mediodía. Hay que tener esto en cuanta si se va a utilizar el jardín a una hora concreta del día. Si uno sale al jardín por las tardes, debe elegir flores blancas y de colores claros que adquieren una calidad armoniosa con la luz mortecina. Juega con las zonas soleadas…
Al elegir las plantas para nuestro jardín, hay que procurar incluir especies que florezcan o estén en su mejor momento en diferentes épocas del año, para mantener el interés. Esto es aún más importante en jardines pequeños, donde las plantas siempre están a la vista. Consideremos los méritos de cada planta, incluyendo su tamaño, desarrollo, forma de las hojas, textura y color, flores y frutos. Para que el efecto sea duradero, hay que concentrarse en el follaje: o bien perennes, para que el color sea constante o bien caducifolias, que suelen durar de la primavera al otoño. Esta mezcla de follaje sirve de fondo a la sucesión de flores que van apareciendo. Al elegir plantas con flores hay que recordar que muchas tienen cabezuelas muy bonitas, como la Nigella o Arañuela, las amapolas, los eringios o cardos azules y los Sedum, lo que significa que puede haber dos estaciones con interés. También se pueden usar macetas para añadir una dimensión más a los arriates y a los patios: un macetero grande puede servir para cuatro efectos estacionales diferentes. Combinación de primavera Cuando por fin llega la primavera, el jardín se llena de color. Una parte se debe a los árboles…
La elección de los colores es cuestión de gusto personal, pero hay teorías sobre la mezcla y el contraste de colores que ayudan a crear combinaciones agradables. Recuerda que la luz y la sombra afecta a los colores: unos saltan a la vista y otros quedan en un segundo plano, e influyen en la atmósfera y el estado de ánimo; debe elegirse cuidadosamente para crear el ambiente deseado. Creación de ambiente y puntos focales con colores El color puede transmitir un estado de ánimo o un mensaje, y ejerce un fuerte efecto en la atmósfera de un jardín. Por ejemplo, los colores calientes intensos, como el carmesí, el escarlata, el magenta, el amarillo dorado y el naranja, generan una sensación de excitación, mientras que los colores fríos como el azul claro, rosa claro, malva, grises apagados y verdes azulados, generan una sensación de sosiego. Los colores se pueden usar para crear diferentes ambientes en el jardín: por ejemplo, un vibrante plan de colores calientes junto a la casa y tonos más fríos en una zona arbolada al fondo del jardín. Otra opción es utilizar el mismo macizo o arriate para variar el ambiente con el paso de las estaciones, con brillantes narcisos y tulipanes en primavera, herbáceas azules, moradas, rosas y blancas en…
Hoy nos trasladamos hasta Córdoba, remontándonos a la época romana de Julio César, artífices de esta magistral obra de paisajismo y quienes plantaron algunas de las especies florales y árboles exóticos, como el plátano oriental, una especie que se caracteriza por dar una amplia sombra que ayuda a bajar la temperatura de los jardines, haciendo un paseo mucho más cómodo a los visitantes. Estamos hablando de los Jardines del Alcázar. Un radiante jardín andalusí Ya en la época de los árabes empezaron a esbozar ciertos rasgos del jardín que conocemos hoy en día. Ubicado en el área sur del recinto y ocupando las zonas más occidentales, este espacio resultaba formar parte, nada más y nada menos, que del harén real. De hecho, su función no era otra que ornamentar el camino desde el propio harén al baño más cercano. Fuentes oficiales datan el inicio de las obras durante la época de Abd al-Rahman II, concretamente en el año 822. Fue entonces cuando también se habían llevado a cabo grandes obras hidráulicas en el Califato, como el acueducto que canalizaba las aguas del Bejarano y Caño de Escarabita que, además, se sacó también un ramal dirigido directamente al Alcázar. Con el…